Los jardineros que cultivan espino amarillo afirman que cuidar la planta no es difícil. Y si se siguen las reglas de la tecnología agrícola en otoño, se garantiza una buena cosecha en la nueva temporada. Pero el cuidado otoñal tiene sus propios matices. Sin conocer las sutilezas, los jardineros toman pasos en falso que afectan la cosecha y, en ocasiones, tienen consecuencias desagradables para la planta.
El análisis de errores comunes y las recomendaciones de jardineros experimentados lo ayudarán a evitar acciones incorrectas y no decepcionarse con la fructificación posterior.
Errores de recorte:
- Realización de otras formas de poda distintas de la poda sanitaria. Algunos jardineros creen que la poda de otoño para el espino amarillo es necesaria, pero cualquier tipo de poda es posible. Y eso está mal. Para los arbustos de otoño, solo es adecuado el tratamiento sanitario, que preparará los arbustos para las heladas invernales y evitará la aparición de enfermedades y plagas. Al realizar otro tipo de poda es posible dañar las ramas, que no tendrán tiempo de sobrevivir hasta el invierno, y el espino amarillo morirá.
- Las ramas se pueden romper al podar. Este es un grave error a la hora de desinfectar los arbustos. La madera no debe romperse, de lo contrario el arbusto herido no sobrevivirá al invierno. Los cortes deben ser lisos, sin bordes dentados.
- Dejando ramas creciendo dentro del arbusto. Acción equivocada. Estas ramas engrosan la copa, lo que afecta negativamente a la luz y la humedad. Esto conduce a un deterioro del rendimiento del espino amarillo y a un mayor riesgo de infecciones fúngicas.
- Poda intensa de brotes laterales. El error conlleva una disminución del rendimiento, ya que las yemas reproductivas, situadas en la parte superior de los brotes, desaparecerán con las ramas cortadas.
- Dejando numerosas heridas desatendidas. Un grave error, porque las heridas tardan mucho en sanar, lo que en ocasiones provoca la muerte del espino amarillo.
- Daño radicular que se produce al podar los brotes de raíz. Sí, es posible que se produzcan lesiones, ya que hay muchas raíces laterales largas. Existe la idea errónea de que, en ausencia de tijeras de podar, las ramas se arrancan o se rompen.
La poda sanitaria tiene un efecto beneficioso sobre el rendimiento. El arbusto tolera más fácilmente la temporada invernal y produce una buena cosecha durante 10 a 15 años.
Errores al prepararse para el invierno:
- Realización de aflojamientos bruscos y profundos. Tal error provocará daños en el sistema de raíces y, posteriormente, la muerte del arbusto. El espino amarillo tiene raíces ubicadas cerca de la superficie del suelo. Por tanto, el aflojamiento se realiza con cuidado y de forma superficial para no dañar las raíces.
- Falta de respuesta a los cambios de temperatura en otoño. Debido a un error, el arbusto enferma y muere, e incluso si sobrevive, el rendimiento disminuirá. La respuesta del jardinero es regar la tierra congelada y cubrir con mantillo.
- Incumplimiento de las reglas de alimentación otoñal. Los errores surgen del desconocimiento de las propiedades del tipo de suelo donde se planta el espino amarillo. Los diferentes tipos de suelo requieren ciertos fertilizantes en el otoño.
- No realización de medidas preventivas en ausencia de enfermedades y plagas. Este es un gran error. La prevención no dañará ni siquiera un arbusto sano. Se sabe que es mejor prevenir una enfermedad que tratarla más adelante.
Los errores frecuentes en el cuidado otoñal de los arbustos de espino amarillo no solo afectarán la cosecha futura, sino que también pueden provocar la muerte de la planta. Por ello, se estudian las fortalezas y debilidades de la planta y los matices de cultivo. Los consejos de jardineros experimentados y una lista de posibles errores al cultivar espino amarillo no vendrán mal.