El otoño no es solo el momento de recoger la cosecha actual, sino también un período de preparación obligatoria de los manzanos para futuras fructificaciones. Este artículo le dirá cómo preparar un manzano para un invierno confortable en 5 pasos.

Paso 1. Alimentación
Durante el período de fructificación, los manzanos consumen activamente micronutrientes del suelo con sus raíces junto con la humedad, por lo que para evitar el agotamiento del suelo, se debe alimentar regularmente con fertilizantes. Se recomienda una fertilización compleja con fertilizantes orgánicos y minerales en otoño. La materia orgánica contiene nutrientes esenciales y afloja la estructura del suelo, lo que facilita que el aire y los fertilizantes lleguen a las raíces. El estiércol podrido o el compost son excelentes como fertilizante orgánico, que se coloca alrededor del perímetro del círculo del tronco del árbol y luego se excava hasta la profundidad de media bayoneta de pala y se arroja completamente. 1-2 cubos de estiércol podrido son suficientes para un árbol. Los fertilizantes minerales saturan la planta con ciertos microelementos. A finales de agosto, después de la cosecha, el manzano se rocía con una solución de superfosfato, que contiene el potasio y el fósforo necesarios, lo que permite que el árbol ponga cogollos durante el próximo año.
Paso 2. Poda sanitaria
Después de la cosecha, el manzano comienza a prepararse para el letargo invernal, ralentizando los principales procesos internos.Durante este período, se recomienda podar las ramas secas, dañadas y enfermas, así como adelgazar ligeramente la copa. La poda comienza con las ramas que engrosan la copa y termina con las afectadas por plagas o enfermedades; dicho algoritmo evitará la infección de ramas sanas; La herramienta de corte se trata con una solución desinfectante antes y después del corte. Se recomienda tratar los cortes de ramas con una solución antiséptica (sulfato de cobre, permanganato de potasio) y, después del secado, con una preparación protectora especial, evitando el contacto con los bordes del corte. Se recomienda podar en clima seco y cálido, lo que permitirá que el manzano seque el corte lo más rápido posible. Las ramas enfermas deben quemarse para evitar la infección de otros cultivos.
Paso 3. Tratamiento de plagas
A finales de septiembre, una vez caídas las hojas, el manzano se trata con soluciones químicas altamente concentradas para combatir enfermedades y plagas. Es mejor realizar el procesamiento a temperaturas del aire superiores a cero, pero también está permitido después de la primera helada. Para destruir las enfermedades fúngicas, los manzanos se rocían con fungicidas y soluciones que contienen cobre (sulfato de cobre, sulfato de cobre). La costra se destruye con soluciones de azufre coloidal, sulfato de hierro o mezcla de Burdeos. Los árboles también se tratan con sulfato de hierro para eliminar los líquenes. Antes de tratar con compuestos, se recomienda limpiar las ramas de líquenes, musgo y manchas oscuras, y luego blanquear el tronco con cal.
Paso 4. Riego
El riego con carga de humedad a finales de septiembre y principios de octubre permite que el manzano nutra las ramas y el tronco y le facilita soportar la invernada. Para un árbol son suficientes 4-6 cubos de agua.No es necesario regar si el suelo está húmedo hasta una profundidad de 20 cm, lo cual es común durante un clima lluvioso prolongado.
Paso 5. Acolchado
Una capa de mantillo de turba, ramas de abeto, corteza de pino o aserrín y paja seca le permite retener la humedad en las raíces del manzano, protegerlas de la hipotermia durante los cambios bruscos de temperatura y fertilizar el suelo. En primavera, se retira el mantillo y se añade mantillo fresco.