5 reglas para cultivar fresia en campo abierto.

Es posible cultivar fresia tanto en campo abierto como en casa. Por eso, una gran cantidad de personas están familiarizadas con esta planta. Pertenece a la familia del iris e incluye unas 20 especies diferentes. La apariencia de la flor es delicada y sofisticada. La fresia también tiene un agradable aroma similar al lirio de los valles.

fresia

Preparándose para el aterrizaje

Antes de plantar fresia en campo abierto, se deben realizar una serie de acciones. A principios de abril, se retira la parte superior de las escamas de los bulbos y luego se sumergen en una solución base al 0,2%. Tiempo de exposición: 30 minutos. Este procedimiento evitará el desarrollo de enfermedades fúngicas en el futuro. Luego, los tubérculos se plantan en tierra suelta a una profundidad de 5 cm y se dejan en un lugar bien iluminado.

La opción de propagación por semillas es posible, pero solo es adecuada para jardineros experimentados. Las semillas se colocan sobre un sustrato humedecido y se rocían con tierra (el espesor de la capa es de aproximadamente 1,5-2 cm). A continuación, se cubre el recipiente con una película y, de manera similar al primer método, se envía a un lugar suficientemente iluminado. Una buena opción sería el alféizar de una ventana o un balcón cerrado (aislado). Después de 20 días, deberían aparecer los primeros brotes. Cuando la altura de los brotes alcanza los 2,5 cm, se retira la película y se adelgazan los propios brotes.

Aterrizando en el suelo

En la segunda quincena de mayo puedes empezar a trasplantar fresia. Para ello, haga agujeros y plante las plántulas a una profundidad de 3 a 6 cm. No coloque los tubérculos demasiado cerca unos de otros.Mantenga una distancia de 4 a 5 cm. Luego coloque una capa de turba para evitar el sobrecalentamiento del sistema radicular de la flor. Si se siguen estas recomendaciones, los primeros tallos florales aparecerán en agosto y harán las delicias de los demás hasta principios de octubre.

plantación de fresia

Cuidado

Cuando se desarrolla la fresia, es importante fertilizar y alimentar. El primer procedimiento de este tipo se lleva a cabo cuando aparecen los primeros brotes. Para ello, utilice una solución de nitrato de amonio (2 gramos por 1 litro). En el futuro, la fertilización conviene repetir una vez cada 14 días, pero utilizando superfosfato (4/1) o sal de potasio (2/1).

Es igualmente importante aflojar y regar la tierra con regularidad. La tierra debe permanecer húmeda en todo momento. Sólo después de que la fresia se haya marchitado se podrá reducir la regularidad del riego. Lo mejor es realizar esta manipulación por la tarde o temprano en la mañana. También debes controlar la aparición de malas hierbas alrededor de la flor y eliminarlas de manera oportuna.

Enfermedades y plagas

Muy a menudo, la fresia se ve afectada por pulgones, ácaros, sarna y fusarium. Para prevenir enfermedades de las plantas vecinas, el arbusto infectado se desentierra y se quema. Como medida preventiva, se utiliza una solución débil de permanganato de potasio. Es con su ayuda que los bulbos se desinfectan antes de enviarlos a su almacenamiento.

Enfermedades de la fresia

Periodo de invierno

La planta no puede pasar el invierno en campo abierto, por lo que se desentierran los bulbos. A continuación se secan en una habitación a una temperatura de 25° C durante 7 días. En la siguiente etapa, los tubérculos se limpian y se almacenan a una temperatura de 13 °C. 7 días antes de la siembra, la temperatura se baja nuevamente a 10 °C.Es importante que durante todo el período invernal la humedad del aire sea de al menos el 70%. Para ello, se colocan recipientes con agua junto a los bulbos.

El cultivo de fresia, como otras plantas, requiere mucho esfuerzo y un enfoque responsable. Pero después de estudiar todas las recomendaciones y problemas que pueden surgir, todo se vuelve mucho más sencillo. Haga algo que realmente le brinde placer y los resultados no lo decepcionarán.

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