5 consejos útiles para plantar tubérculos de alcachofa de Jerusalén

La alcachofa de Jerusalén (también conocida como “pera de barro”, “patata china”, “alcachofa de Jerusalén” o girasol tuberoso) es una planta herbácea del género Girasol, tan tenaz y sin pretensiones que en algunos países (en Japón, por ejemplo) se Se considera una mala hierba dañina y se intenta encalar de todas las formas posibles. Para deleite del jardinero, la alcachofa de Jerusalén casi no requiere cuidados y es resistente a diversas enfermedades y sequías. Sin embargo, todavía existen varios secretos que le ayudarán a hacer que los tubérculos de este útil tubérculo crezcan grandes, jugosos y adecuados para una mayor propagación.

Seleccionar tubérculos para plantar.

La alcachofa de Jerusalén se puede propagar mediante semillas, pero este es un proceso largo y problemático. Es mucho más fácil utilizar tubérculos. Para plantar, seleccione tubérculos de tamaño mediano sin signos de podredumbre, en los que ya hayan aparecido brotes. Cuanto más sano sea el tubérculo, más fructífero crecerá el arbusto.

Preparándose para el aterrizaje

Para proteger la planta de hongos y microbios patógenos, los tubérculos se sumergen en una solución fuerte de permanganato de potasio. Luego, una hora antes de la siembra, se rocían con estimulantes del biocrecimiento. Esto aumentará la resistencia de los brotes a factores ambientales desfavorables y acelerará la germinación.

Si los tubérculos han estado almacenados durante mucho tiempo y lucen secos o marchitos, puedes remojarlos en agua tibia durante unos diez minutos. Es importante no mantenerlos demasiado tiempo en un ambiente húmedo.

En otoño se plantan tubérculos enteros.En la primavera, si quedan pocos tubérculos, se pueden cortar en varias partes.

Preparación del sitio

La alcachofa de Jerusalén ama el calor y la luz del sol. Por lo tanto, se debe plantar en un área bien iluminada en climas cálidos: en otoño, antes de la primera helada, y en primavera, cuando el suelo se calienta (generalmente a fines de abril o principios de mayo). El cultivo de raíces crece en todo tipo de suelos, excepto en marismas y suelos ácidos.

Antes de plantar, se desentierra el área. No es necesario añadir fertilizantes; la alcachofa de Jerusalén crecerá sin ellos. Sin embargo, el compost y los fertilizantes de fósforo y potasio aumentan significativamente los rendimientos.

Plantar tubérculos

La profundidad de la zanja para plantar es de 10 a 15 cm. Cuanto más pequeños son los tubérculos, más cerca de la superficie quedan enterrados. El ancho entre las camas debe ser de al menos 60 cm: los arbustos de alcachofa de Jerusalén crecen mucho, se extienden y ciertamente competirán entre sí por la luz solar y los nutrientes del suelo.

Aflojando el suelo

Cuando los brotes crezcan entre 10 y 20 cm, se debe aflojar la tierra y aclarar los arbustos. Cuando se plantan densamente, los tubérculos crecen pequeños y tienden a deteriorarse rápidamente durante el almacenamiento.

El jardinero realiza la parte principal del cuidado de las plantas durante la siembra. En el futuro, las alcachofas de Jerusalén sólo deberían aclararse ocasionalmente y regarse durante largos períodos de sequía. Manipulaciones tan simples asegurarán una cosecha generosa de tubérculos curativos.

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