Muchos residentes de verano modernos prefieren plantar plantas y arbustos exóticos en sus parcelas. Uno de nuestros cultivos favoritos es el sakura o, como se le llama popularmente, cereza japonesa. Se trata de una belleza oriental que crece hasta 3 metros de altura y deleita con delicadas flores a finales de primavera. Pero para que el arbusto crezca de manera completa y saludable, es necesario conocer las reglas básicas para su cultivo. Hablemos de cómo cultivar sakura en la zona media, teniendo en cuenta las condiciones climáticas.
Cuándo plantar y cómo elegir plántulas.
Sakura crece en climas templados. Pero si hablamos de variedades resistentes a las heladas, se pueden cultivar en la región de Moscú y los Urales. Las más adecuadas son las plántulas anuales de unos 75 cm de altura y con un sistema de raíces desarrollado.
La sakura se debe comprar a finales de noviembre, después de que haya perdido sus hojas. Antes de la primavera, el arbusto debe plantarse en un recipiente espacioso o colocarse en un sótano, cubriendo el sistema de raíces con tierra. Se puede plantar en campo abierto a principios de junio. Durante el verano y el otoño, se fortalecerá y se adaptará a las nuevas condiciones, lo que permitirá que la plántula esté preparada para afrontar las heladas.
Selección de ubicación y suelo.
Para cultivar sakura con éxito en los Urales o en la región de Moscú, es necesario determinar el área más cómoda en el jardín para evitar enfermedades y el marchitamiento de la planta.Los jardineros experimentados recomiendan plantar el cultivo en la ladera suroeste de la colina, donde la luz del sol cae libremente sobre el arbusto. De lo contrario, el sakura buscará la luz y su corona no se formará correctamente.
Es muy indeseable plantarlo en el lado sur, ya que esto puede provocar su muerte.
La cereza japonesa prefiere suelos neutros fértiles con niveles moderados de humedad, como los suelos arcillosos. Las raíces de la planta se hunden poco en el suelo, por lo que es importante cavar adecuadamente un hoyo para plantar. Debe tener unas dimensiones aproximadas de 60x60x60, y se recomienda verter en el fondo una capa de 15 cm de ladrillo triturado o grava gruesa.
El embudo en sí debe llenarse con un sustrato que consiste en tierra, arena de río, tierra de hojas, gordolobo podrido, superfosfato, ceniza de madera y sulfato de potasio. Esta es la mejor combinación que proporcionará al arbusto todos los elementos necesarios. Y para que el árbol crezca uniforme y delgado, es necesario atarle un soporte.
Aplicación de fertilizantes
Como la mayoría de los otros arbustos, el sakura necesita fertilizante. Es necesario aplicar fertilizante durante el riego y la composición en sí se puede comprar en una tienda especializada. A los cerezos japoneses les encanta la materia orgánica, el abono y los minerales.
Los fertilizantes deben incluir nitrógeno y potasio; sin estas sustancias, la sakura no podrá desarrollarse por completo. La dosis anual de abono para este arbusto es de unos 10 kg de abono y abono orgánico y de unos 15 g de abono mineral.
Cuidado y reproducción
Sakura es una planta bastante caprichosa, cuya plantación y cuidado implica una serie de procedimientos.Es necesario regar el arbusto ya que el suelo cerca de sus raíces se seca. Es importante controlar el nivel de humedad y no permitir que el suelo se seque, especialmente durante la formación de inflorescencias. Con falta de humedad, la floración puede ser débil y el arbusto en sí tendrá un aspecto pobre.
Dado que el desarrollo de esta planta se produce lentamente, se recomienda recortar la corona solo entre 8 y 10 años después de la siembra. Si algunas ramas se han secado o enfermado, conviene retirarlas a principios de primavera. En la zona media conviene proporcionar refugio adicional a la cereza japonesa para que pueda soportar el frío de la forma más segura posible.
Sakura se propaga principalmente mediante esquejes. El material de plantación adecuado son esquejes de unos 15 cm de largo sin daños mecánicos ni de otro tipo. Puedes guardarlos después de comprarlos y antes de plantarlos en el frigorífico, envueltos en polietileno. Se pueden utilizar como vástago; se recomienda realizar el procedimiento a finales de febrero o principios de marzo. La adaptación completa de la cultura se producirá en aproximadamente 1,5 meses.
Plagas y enfermedades
La cereza japonesa no se ve afectada por plagas, pero es susceptible a la coccomicosis. Se trata de una enfermedad de la familia de los hongos que afecta a casi todas las frutas de hueso. El primer signo de infección es la aparición de manchas rojizas en las hojas, que aumentan de tamaño y se fusionan con el tiempo. La enfermedad es especialmente grave en climas fríos y húmedos, cuando la inmunidad de la planta disminuye.
La coccomicosis sólo puede combatirse de forma integral.Para superar la enfermedad, será necesario tratar las hojas y los tallos con productos químicos, por ejemplo, una solución al 35% de mezcla de Burdeos. Y dado que el hongo se conserva de forma segura en las hojas caídas, no se pueden dejar durante el invierno, sino que se recolectan y queman o se llevan. También es necesario desinfectar anualmente el arbusto durante la brotación.
Cualquiera puede cultivar sakura en su propiedad. Para hacer esto, debe seguir las reglas establecidas desarrolladas por jardineros experimentados. El correcto enfoque y cuidado de la planta te permitirá disfrutar del resultado de tu trabajo y decorar tu jardín con una belleza oriental.