La cosecha de cerezas se recoge en julio, pero esto no significa que luego se pueda ignorar el árbol. Los jardineros simplemente tienen que cuidar sus cultivos frutales antes de que llegue el frío. El cerezo, agotado por la fructificación, debe recuperar sus fuerzas, luego el año que viene definitivamente te deleitará con una gran cantidad de bayas. Para ello será necesario realizar 5 medidas agrotécnicas.
Poda de verano
Una vez recogidas las últimas bayas del cerezo, es necesario realizar una poda estimulante. Para formar la corona, eligen otra época del año: primavera u otoño, cuando el movimiento de la savia dentro de las ramas no es tan activo.
En agosto, se cortan las ramas frutales que están desnudas del año pasado. El crecimiento fresco se reduce a 30 cm. Dicha poda provocará la ramificación de los brotes, lo que contribuirá a una cosecha abundante en la nueva temporada. Al mismo tiempo, puede adelgazar la corona y, si es necesario, quitar las puntas, las ramas dañadas y los brotes de raíces.
Alimentación
Después de la fructificación, el árbol continúa alimentándose. La aplicación de fertilizantes permitirá que las cerezas recuperen fuerzas, fortalezcan el sistema inmunológico y sobrevivan el invierno de forma segura. Sólo en este caso podrá contar con un buen rendimiento en el futuro. A partir de la segunda mitad del verano, el árbol no debe recibir fertilizantes nitrogenados para estimular el crecimiento de nuevos brotes.
Se dan preferencia a composiciones con un alto contenido en potasio y fósforo.Para una rápida entrega de nutrientes a las raíces, la alimentación foliar es ideal. El árbol se rocía con una solución de superfosfato (25 g/10 l de agua) y una solución de ceniza de madera (2 tazas/10 l de agua).
La siguiente alimentación se realiza en septiembre u octubre. Al círculo del tronco del árbol se le añaden gránulos de superfosfato (60 g/m2) y una solución de sulfato de potasio (25 g por 10 litros de agua). También es adecuado un fertilizante especializado para árboles frutales marcados como "Otoño". Una vez cada 3 años, durante la excavación de otoño, se coloca materia orgánica debajo de los árboles frutales (4-5 kg/m2 de compost o humus).
Riego abundante
A principios de agosto se riegan abundantemente las cerezas, combinando el riego con la última alimentación del verano. Ambos eventos son importantes, ya que es en agosto cuando se depositan los brotes del próximo año. El siguiente riego se realiza en otoño, se llama recarga de humedad.
En tiempo de lluvia, no conviene regar las cerezas. Sin embargo, si el otoño es seco, es necesario hacerlo. Es necesario que el suelo que rodea el terrón de tierra con raíces esté completamente saturado con agua; esto protegerá el sistema de raíces del árbol contra la congelación. El riego con recarga de agua se realiza después de la caída de las hojas, cuando la temperatura del aire desciende a + 2-3 °C.
Puedes comprobar si el árbol ha recibido suficiente humedad cavando un hoyo de 40 a 50 cm de profundidad junto a él y sacando un poco de tierra para realizar pruebas. Si la tierra se desmorona, debe agregar otros 3-4 cubos de agua; si la tierra se ha pegado hasta formar un grumo, no es necesario regar.
Procesando el círculo del tronco del árbol.
Es necesario controlar el tronco del cerezo no solo al principio, sino también al final de la temporada. No se debe permitir que el suelo se cubra de malas hierbas.Las malas hierbas privan al árbol de nutrición y humedad y, además, contribuyen a la proliferación de plagas. También se debe aflojar la tierra hasta una profundidad de 15 a 17 cm, teniendo cuidado de no tocar las raíces.
El aflojamiento se realiza con cuidado con un rastrillo o cultivador. Al mismo tiempo, se eliminan los rizomas de malezas y larvas de plagas del suelo excavado. Después del tratamiento, el círculo del tronco del árbol se cubre con mantillo. Como mantillo se utilizan heno, aserrín y paja picada. A medida que la materia orgánica se descompone, proporcionará al árbol una nutrición adicional, enriqueciendo el suelo con humus.
Medidas de protección
Después de recoger las bayas, es hora de cuidar la salud de las cerezas, especialmente si muestran síntomas de enfermedades o daños por plagas. Los signos de problemas aparecen en forma de manchas amarillentas u oscuras, telarañas y áreas perforadas en las hojas.
Las enfermedades de las cerezas suelen ser de naturaleza fúngica. Estas infecciones se tratan bien con Horus. Para destruir plagas, utilice "Karbofos" o "Atkara". El tratamiento se realiza dos veces con un intervalo de 1,5 a 2 semanas.
Si hay goma en el tronco o ramas esqueléticas, se debe quitar con una espátula de madera o un cuchillo sin filo. Luego, la zona de madera afectada se lava con una solución de sulfato de cobre al 1%.
Después de esto, se aplica barniz de jardín como capa protectora. Cuando las hojas se caen del árbol, el tronco de la cereza debe blanquearse hasta una altura de 1,5 a 2 m. Una solución de cal con la adición de sulfato de cobre desinfectará incluso los daños menores en la corteza. En invierno, el blanqueo brindará protección contra las heladas y el sol brillante.
Para que las cerezas produzcan buenas cosechas, debes preocuparte por esto con anticipación.El árbol se alimenta, se riega y se trata contra enfermedades y plagas. Estimular la poda tampoco hará daño. Al mismo tiempo, se trata el círculo del tronco del árbol. Antes de que llegue el invierno, es necesario blanquear los baúles. Para lograr un efecto, todas las actividades deben realizarse de manera integral.