Una rica cosecha de uvas es el resultado de una cadena de acontecimientos que dista mucho de ser aleatoria. Es en primavera cuando es importante no cometer errores y brindar a las uvas el cuidado adecuado.
Errores al abrir la vid
Con la llegada de la primavera, llega el momento de sacar la vid de su refugio invernal.
Sería un error abrir el viñedo sin antes airearlo, o hacerlo demasiado tarde. La condensación en este caso provoca el encharcamiento del suelo, la pudrición del sistema radicular y la muerte de la vid.
Otro error es abrir la cama cuando la temperatura media diaria es inferior a 5 grados centígrados. La planta no tolera fácilmente las heladas y, si se daña el sistema vegetativo del tallo, es posible que no se produzca ninguna cosecha.
Sin tratamiento con sulfato de hierro.
El calor primaveral es engañoso, por lo que el flujo de savia debe suspenderse temporalmente.
Si no se hace esto, las heladas provocarán la destrucción de las células madre. Una vid seca soporta fácilmente los cambios de temperatura y es el sulfato de hierro el que ayuda a ralentizar el despertar del arbusto.
El vitriolo también previene la infección por plagas y enfermedades peligrosas que se activan en la primavera.
Error al atar y podar la uva
Los jardineros cometen un error cuando atan las uvas demasiado tarde.
La liga tardía conlleva un alto riesgo de infecciones peligrosas.Además, será difícil formar el arbusto correcto, por lo que disminuirá la cantidad y calidad de la cosecha.
Simultáneamente con la liga, se recomienda dar forma a la vid mediante poda, que debe realizarse antes de que se formen los cogollos, de lo contrario habrá un alto riesgo de que se seque.
Error al regar el arbusto de uva
Los macizos de plantas requieren mucha humedad en la primavera. Si no riegas lo suficiente, es posible que se sequen y no produzcan una cosecha.
Se excluye el riego frecuente: se debe regar el suelo a medio metro de los brotes con 30 litros de agua cada dos semanas. Antes del primer riego, es necesario aflojar profundamente el suelo.
Se recomienda realizar el primer riego abundante inmediatamente después de quitar la cubierta y el último, cuando quedan 2-3 semanas antes de la floración.
Aplicación de fertilizantes
Un error común es excluir los fertilizantes potásicos junto con el riego.
De acuerdo con las reglas, incluso antes de quitar la tapa, es necesario agregar a cada pocillo 5 gramos de potasio junto con superfosfato (20 gramos) y nitrato de amonio (10 gramos). Las dosis están indicadas por cubo.
Los fertilizantes orgánicos no se pueden aplicar directamente debajo del arbusto; esto también es un error. Los fertilizantes deben colocarse en una zanja de 40 cm de profundidad a una distancia de 50 cm del lecho.
Al final de la temporada de primavera, también se aplican fertilizantes de potasio y fósforo con riego, de lo contrario el rendimiento será bajo.
La recogida de grandes y sanos racimos de bayas dulces está precedida por el minucioso trabajo del jardinero, la variedad de uva correctamente seleccionada, el análisis y preparación del suelo para la plantación, así como el cuidado de la vid durante su despertar primaveral.
Si todo se hace correctamente, las uvas definitivamente complacerán a su dueño con frutos grandes, saludables y dulces.