Después de un largo invierno, los groselleros necesitan podas sanitarias. Es importante evitar errores habituales a la hora de formar y podar grosellas. Un arbusto bien formado no solo se verá bien, sino que también dará frutos en abundancia.
Violación de los plazos de poda.
No se puede podar un arbusto en el que han comenzado los procesos de flujo de savia. Esto debilitará la planta y puede provocar la muerte del cultivo. Dado que las grosellas se despiertan temprano, debes comenzar a quitar los brotes a principios o mediados de marzo.
La poda de primavera no se debe realizar hasta que haya pasado la amenaza de las heladas. Es recomendable elegir un horario en el que el tiempo sea estable y el termómetro no baje de 0 °C.
No se pueden podar las grosellas después de que las hojas hayan florecido, ya que esto debilitará mucho el arbusto y puede provocar el desarrollo de hongos, moho o el secado del brote.
No se puede realizar el rejuvenecimiento primaveral del arbusto al mismo tiempo. En el primer año es recomendable acortar las ramas sólo a la mitad, dejando un cogollo volteado hacia afuera. El año que viene, durante la poda de primavera, podrás eliminar todo el exceso de crecimiento y brotes de raíces.
Violación de las reglas para procesar cortes y herramientas.
Está estrictamente prohibido utilizar la herramienta sin desinfección. Después de podar cada arbusto, es necesario tratar la herramienta con una composición antiséptica. Esto reducirá el riesgo de que las enfermedades se propaguen a otros cultivos.
Al finalizar la poda de primavera, es necesario tratar las áreas abiertas con barniz de jardín para prevenir infecciones y parásitos.
Después de la poda de primavera, los arbustos de grosella necesitan fertilizantes complejos, además de cubrir con mantillo y aflojar el suelo. Es importante recordar que las raíces de grosella se encuentran cerca de la superficie, por lo que no se puede aflojar el suelo a grandes profundidades.
Eliminación incorrecta de ramas.
Es necesario retirar las partes de la planta que estén creciendo incorrectamente o tocando el suelo. Las únicas excepciones son aquellos brotes que se pueden nivelar mediante soportes.
Es importante cortar las ramas rotas o congeladas. Cualquier brote sospechoso debe eliminarse y quemarse.
Eliminación incorrecta de las partes superiores de los brotes.
Si después de la poda el tallo queda más bajo que la yema, es posible que no tenga suficiente nutrición. Si dejas un brote más largo, puede secarse y morir.
Antes de comenzar el procedimiento de procesamiento, es importante recordar que los errores cometidos al podar las grosellas pueden provocar una disminución de la fructificación y la aparición de enfermedades. Una poda inadecuada de ramas provocará un desarrollo unilateral del arbusto.
La mejor forma de rejuvenecer las grosellas es inspeccionar periódicamente el arbusto y cortar aquellas ramas que no sean productivas, es decir, que tengan pocas bayas. Esto se puede hacer en julio-agosto.