5 reglas para la poda sanitaria de árboles de jardín en otoño.

Un jardín bonito y bien cuidado es un merecido orgullo para un jardinero. El cuidado de la longevidad y las futuras cosechas comienza con la poda de los árboles en los meses de otoño. La tarea principal de la poda de otoño es formar la corona de la planta, cuya esencia es estimular el desarrollo y la fructificación de algunas ramas y eliminar las ramas innecesarias, que interfieren o enfermas. Este artículo le dirá cómo realizar correctamente la poda sanitaria de árboles y a qué debe prestar atención.

Regla 1. Plazo

En otoño, los principales procesos internos de las plantas se ralentizan, de esta forma se preparan para el letargo invernal. Es durante este período cuando la probabilidad de dañar el árbol es extremadamente baja. Tan pronto como los árboles hayan perdido la mayor parte de sus hojas, es hora de comenzar con la poda sanitaria. El momento óptimo para esto es de septiembre a octubre. Si corta las ramas más tarde, es posible que el árbol no tenga tiempo de adaptarse a su forma inusual y ligera antes de la primera helada, lo que significa que no sobrevivirá bien al invierno o incluso se congelará.

No ignores el calendario lunar. Durante la luna menguante, la velocidad de movimiento de la savia en los árboles aumenta, lo que aumenta la probabilidad de dañar la planta.

Regla 2: Mantén el rumbo

El objetivo de la poda sanitaria es eliminar todas las ramas secas, viejas, dañadas por plagas o condiciones climáticas, ramas muertas y frutos que engrosan la copa. La penetración óptima de la luz y el aire cálido permitirá que los brotes jóvenes produzcan una cosecha mayor.Es importante empezar a podar por las ramas que engrosan la copa y terminar por aquellas que estén enfermas o dañadas por insectos, para eliminar la posibilidad de infección.

Regla 3. Equilibrio

Para mantener el equilibrio, es importante que la cantidad de brotes jóvenes fuertes que queden sea igual a la cantidad de enfermos y dañados cortados. El equilibrio también es necesario en presencia de una forma de corona poco desarrollada. Para hacer esto, por un lado las ramas se acortan mucho y el otro debe recortarse con poca frecuencia.

Regla 4. Enfoque racional

La poda de otoño se lleva a cabo solo en regiones con un clima templado o cálido; en las regiones del norte, el árbol podado no tendrá tiempo de recuperarse antes de las heladas. Este tratamiento sanitario solo es apto para variedades resistentes al invierno. Los perales, cerezos o ciruelos pueden enfermarse tras la poda de otoño y morir de la misma forma que las plántulas jóvenes.

La excepción son las ramas heladas o rotas por una tormenta; se recomienda podarlas lo antes posible, centrándose únicamente en la temperatura; no debe ser inferior a -5 ° C.

Regla 5. Procesamiento de cortes y herramientas.

Un corte no tratado es un entorno favorable para la entrada y desarrollo de la microflora patógena. Además, los daños no tratados tardan bastante en sanar, lo que afecta la fructificación del árbol, porque las fuerzas para la futura cosecha están dirigidas a la restauración. Inmediatamente después de la poda, las secciones grandes (de más de 2,5 cm de diámetro) se limpian de asperezas con un cuchillo de jardín y se tratan con un antiséptico. Al cabo de unos días, cuando el corte se seca, se recubre con un producto especial o pintura al óleo.

La herramienta de corte se procesa antes de comenzar el trabajo y después de su finalización para evitar una posible contaminación de otros cultivos.

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