En la época soviética no existían Vanish ni Tide, pero las amas de casa sabían lavar la ropa. En aquella época ya existía el lavado a máquina, pero mucha gente lavaba las cosas a mano. Las cosas con manchas difíciles se llevaban a la lavandería o a la tintorería, pero en casa las mujeres tenían sus propios secretos a la hora de lavar.
Remojar
Antes de lavar, mucha gente remojaba la ropa para que la lejía o el polvo actuaran, se disolviera mejor y la suciedad se eliminara. También se ralló jabón de lavar y se disolvió en un recipiente con la ropa. A veces usaban una tabla de lavar para quitar la suciedad.
Este consejo sigue siendo relevante hoy en día: no es necesario lavar la ropa hasta que tenga agujeros, sino simplemente remojarla antes del lavado principal. Este procedimiento tomará 30 minutos. Luego debes enjuagar la ropa y lavarla.
Hirviendo
Nuestras abuelas tenían en casa provisiones de lejía y un balde o tanque esmaltado. Se colocaron los textiles en un balde, se añadió lejía y agua y se abrió el gas. Hervir eliminaba las manchas mejor que la lejía y los quitamanchas modernos.
En la época soviética, la ropa de cama era exclusivamente blanca, por lo que era necesario hervirla no solo para eliminar la suciedad y dejarla blanca como la nieve, sino también para desinfectarla.
Al hervir, había una regla: no se puede hervir coloreado con blanco. La ropa blanca se vuelve blanca como la nieve después de hervir.Y para removerlo o sacarlo del cubo, es necesario utilizar un palo de madera.
Además, al hervir utilizaban almidón para que la ropa no solo quedara limpia, sino también almidonada. Todo el procedimiento duró varias horas, por lo que las mujeres organizaron días de lavandería.
Estanques y heladas en las calles
Las amas de casa de la ciudad enjuagaban su ropa en el baño y las mujeres del campo iban a un estanque o río. Especialmente en invierno, cuando se enjuagaba con agua fría, la ropa lavada quedaba impecablemente limpia y no tenía olores. Y después de colgar la ropa fresca afuera y luego llevarla a casa, no se puede describir el aroma helado de la ropa limpia y fresca. En verano, el aire fresco tiene sus ventajas a la hora de secar: se seca rápidamente y además los textiles quedan frescos.
Detergentes
La mayoría de las veces, se usaba polvo o bicarbonato de sodio para lavar y eliminar la suciedad intensa. Y si le añades jabón rallado, obtienes lejía. A menudo se usaba lejía en prendas blancas si no había tiempo para hervir. Y para quitar las manchas de jugo de frutos rojos o chocolate utilizamos un producto elaborado con los siguientes ingredientes: polvo, lejía, aceite vegetal y refresco, todo ello diluido en 5 litros de agua hirviendo. Un producto blanqueador económico ayudó y eliminó eficazmente las manchas.
Todas las amas de casa soviéticas utilizaban estos trucos. No había máquinas automáticas ni polvos modernos, pero la ropa estaba fresca, limpia y tenía un olor agradable.