Cocinar los alimentos lleva cierto tiempo. Y él siempre está desaparecido. O quieres usarlo para otra cosa, más interesante, importante. La comida se prepara con reserva: se calienta, se come rápidamente y “logra grandes cosas”. Esto no sólo es de poca utilidad, sino que a veces incluso es perjudicial.

Las plantas tratadas térmicamente son más fáciles de digerir. Combinarlos en platos preparados crea nuevos sabores que no son característicos de cada producto por separado. Pero no todo el mundo puede soportar el calentamiento repetido sin perder sus beneficios.
Verduras que es mejor no calentar por segunda vez:
Ajo
El ajo se utiliza en las tradiciones culinarias de muchas naciones. Contiene polisacáridos, proteínas y vitaminas. Se encontraron 17 microelementos; los aceites esenciales aportan el gusto y el olfato. El compuesto alicina, que se forma cuando se destruyen las células del ajo, es un verdadero milagro. Un fuerte antioxidante que se une a los radicales libres inestables. Esta barrera protectora contra el daño y los cambios celulares es su componente más valioso. Durante el tratamiento térmico, la sustancia se destruye. La dependencia es directa. Cuanto más cocines o fríes, menos alicina quedará.
Cuando cocine con ajo, agréguelo hacia el final de la cocción. De esta manera se conservarán más componentes útiles en los alimentos, incluidos los fitoncidas esenciales. Cuando se recalientan, su contenido se acerca a cero. El hambre puede satisfacerse, pero el valor está en duda.
Brócoli
El brócoli contiene un conjunto de sustancias necesarias para fortalecer los vasos sanguíneos y eliminar el colesterol.Se normaliza la secreción de bilis y se mejora la función intestinal. El cuerpo humano recibe el requerimiento diario de vitamina C, vitaminas A, K, B9. Pero con una condición: cocinar con un tratamiento térmico mínimo. Simplemente vierta agua hirviendo o vapor sobre él y hornee.
La cocción, fritura y recalentamiento prolongados provocan la aparición de sustancias con propiedades cancerígenas en el producto.
Papa
Las patatas son una verdura abundante. Contiene almidón, fibra y proteínas. Hay vitaminas B6 y C, hierro. Con él se preparan muchos platos.
Pero el valor disminuye cuando se cocina con más aceite. Recalentar hace que los alimentos sean incluso peligrosos. Los ácidos grasos, cuando se exponen a la temperatura, se convierten en compuestos cancerígenos peligrosos.
Vale la pena pensar seriamente si volver a calentar estos platos o si es mejor perder el tiempo pero mantenerse saludable.
Apio
El apio es valorado por todos los que se esfuerzan por estar "en forma". Está incluido en la dieta de personas que llevan un estilo de vida activo y saludable. Esto está justificado. La planta activa procesos metabólicos, "quema" el exceso de grasa y fortalece el sistema inmunológico.
Pero debes saber que se utilizan fertilizantes nitrogenados al cultivarlo. Los nitratos se acumulan en él y, cuando se consumen, se convierten en nitritos. Su peligro es que se interrumpa la transferencia de oxígeno por la hemoglobina. Esto puede causar serios problemas en el cuerpo. Por tanto, todo dependerá de cómo se utilice. El tratamiento térmico ligero neutraliza hasta el 50% de los nitratos. Pero las propiedades beneficiosas también disminuirán. El siguiente tratamiento térmico reducirá aún más la parte valiosa del apio. Este ya es un producto no rentable con contenido de nitrato.
Si está seguro de que la composición no excede los estándares de nitrato, coma apio fresco o con un tratamiento térmico mínimo.
Remolacha
La remolacha es el componente principal de la sopa de remolacha, las ensaladas e incluso la mermelada. Se recomienda preparar estos platos en porciones para poder consumirlos de una sola vez. Las remolachas no pierden sus propiedades beneficiosas cuando se hierven, se hornean o se fríen.
Pero, al igual que el apio, los nitratos pueden acumularse en él. Y el peligro de que estas sustancias entren en el cuerpo humano aumenta con cada calentamiento de platos de remolacha.
Es necesario elegir los alimentos, cocinarlos y consumirlos correctamente. Sin pereza. Un buen hábito es preparar todo lo que puedas comer de una vez, sin recalentarlo muchas veces. Esto maximizará la belleza de los alimentos recién preparados, dará energía y mantendrá la salud.